Econ. Paola Talavera
El entorno económico y financiero en el cual se insertan esquemas de fondo de garantías diferentes a la planteada Ley N° 606/1995, son las razones por las que se propuso la nueva Ley de creación de un nuevo Fondo de Garantía para las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas con un marco legislativo regulatorio más flexible. La nueva ley propone la creación de una institución moderna y participativa, en otro nombre FOGAPY, que otorgue garantías adicionales a empresas que no están condiciones óptimas para ofrecer garantías suficientes a las instituciones financieras. Hoy día unas 5.800 MiPymes pueden acceder a garantías para solicitar créditos a través del FOGAPY y con representante legal a la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD). Con un monto mínimos de Gs. 10.000.000 y máximo de Gs. 1.000.000.000, con un plazo máximo de 10 años.
Los niveles de garantías otorgados en abril del 2022 se acercan a los valores de diciembre del 2020 pero niveles más bajos que en 2021. En diciembre del 2020 FOGAPY cerró el mes con Gs. 2.439.241.511.326 por 20.687 garantías, en diciembre 2021 con Gs. 3.044.236.239.696 por 27.857 garantías y ahora en abril 2022 con Gs. 2.840.905.380.793 por 28.149 con una variación -7,15% en cuanto al monto pero un aumento del número de garantías por lo tanto los montos de las garantías están siendo menores. Este aumento demuestra la necesidad de la existencia de este tipo de fondos para las MiPymes dando una oportunidad financiera por el respaldo de las garantías.
Pero ¿Qué modificaciones debemos introducir para mantener el interés de las instituciones financieras? Primero, las tasas de interés no son de muy atractivas para las entidades financieras para préstamos de montos pequeños que usualmente cobran tasas mayores que las ofrecidas con FOGAPY donde las tasas son de 12,5% cuando los montos son menos de Gs.100.000.000 y 10% cuando son mayores a este monto, menos ganancia menos intereses de que salgan más créditos de ese tipo, muchas veces se mira a las MiPymes con desconfianza por falta de datos precisos sobre los números reales de estas. Por lo tanto, se deben prever ajustes para que sea beneficioso para ambas partes de la ecuación, las entidades y por supuesto las MiPymes. Se deberá negociar y analizar con AFD nuevos términos para que FOGAPY sea utilizado cotidianamente y no solo en casos de emergencia, como sucedió con la pandemia. La pandemia demostró que FOGAPY es una herramienta útil para inyectar recursos a la microeconomía y dar ese respaldo financiero que las MiPymes necesitan. Se deben agilizar el acceso al crédito, adecuando los análisis de riesgo a las características del sector, y cumplir con todos los requisitos del sistema financiero, se deben implementar mayores accesos para todas las MiPymes del Paraguay no solo de central y también recaudar mayor información real de la situación del sector.
Estos créditos con FOGAPY ayudaron a mantener más de 185 mil puestos de trabajo, eso se llama contribuir al crecimiento y fortalecimiento a las empresas paraguayas. Sin estos apoyos no solo las empresas pierden, la economía nacional pierde por el peso de puestos de trabajo y generación de riquezas que las MiPymes significan para el Paraguay. Inclusive el Viceministro de MiPymes, Isaac Godoy mencionó al comienzo de este año que el desafío del 2022 es avanzar en políticas de inclusión financiera y formalización del sector que emplea al 70% de la población económicamente activa.